Gijón celebra el bimilenario del emperador Augusto

EXPRESO - 28.07.2014

Del 18 al 24 de agosto, Gijón conmemora el bimilenario de la muerte de Augusto, emperador que consiguió conquistar el Norte de Hispania

gijon_AugustoDel 18 al 24 de agosto, Gijón conmemora el bimilenario de la muerte de Augusto, emperador que consiguió conquistar el Norte de Hispania. Por este motivo, los Museos Arqueológicos de Gijón, en donde se custodian los restos de este legado romano, organizan una semana llena de actividades: animaciones, conferencias, degustaciones, espectáculos teatrales y de recreación histórica, exposiciones, talleres y visitas guiadas.  

Entre todas las actividades, cabe destacar las recreaciones históricas. En Gijón se podrán ver desfiles de gladiadores y legionarios, combates de gladiadores, y se podrán revivir las tácticas bélicas de las guerras astures.
Las visitas teatralizadas con el fauno a la Villa Romana de Veranes o con Panchito, el ratón más romano de Gijón, a las Termas Romanas de Campo Valdés son parte también de esta programación. Además, habrá espectáculos de teatro en estos dos equipamientos.  
Habrá conferencias sobre ‘Augusto y las guerras cántabras’, ‘Augusto, la minería y la transformación del mundo indígena’ y ‘Asturias en el contexto de la romanización atlántica’.
La exposición ‘La vida cotidiana en una villa tardorromana’, organizada en colaboración con la Villa Romana de la Olmeda, Palencia, recogerá diversos objetos presentados de un modo didáctico: las monedas y contorniati, las creencias y la religión, los útiles domésticos, los objetos para la escritura como los stili,el otium o tiempo libre.
Para todos los públicos, el expocuento ‘¡Faro Torres!’ motiva un recorrido ameno y divertido por el parque arqueológico de la Campa Torres en busca del faro actual y de su origen romano, además de explorar este yacimiento prerromano.  
En cuanto a las actividades gastronómicas, se podrán degustar dulces romanos en las pastelerías de Gijón, se recreará una taberna romana en la que se venderán productos gastronómicos de época romana y se servirá una gustatio romana, una selección de pequeños platos elaborados a partir de recetas originales de época romana, que formaban parte de los banquetes de estas villas señoriales del siglo V d.C.  
Para los más pequeños se han diseñado una serie de talleres y juegos en los que se conocerán recetas de cocina, deportes romanos, descubrirán quién fue el ladrón en las termas romanas o aprenderán a convivir en un campamento de legionarios romanos.  
Un poco de historia  
César Augusto, conocido más habitualmente como sólo Augusto, fue el primer emperador del Imperio romano. Gobernó entre 27 a. C. al 14 d. C. año de su muerte, convirtiéndose así en el emperador romano con el reinado más prolongado de la Historia.
Tras su muerte en el año 14 d.C., el Senado lo divinizó siendo posteriormente adorado por el pueblo romano.  Convertido en el dueño de Roma, Augusto decidió terminar la conquista de Hispania.
En el año 26 a.C. emprendió una dura campaña en el norte peninsular. Pacificar por fin Hispania, acabar lo que nadie había podido terminar antes durante centurias, aparecía como un objetivo de largo alcance político.
La empresa entrañaba, además, un prometedor futuro económico con la explotación de las riquezas auríferas de los astures y de las minas de hierro cántabras en beneficio de la economía imperial, y estas jugosas expectativas alimentaban las ambiciones romanas.  
La resonancia de estas guerras sobrepasó a la de gran parte de las emprendidas por el Estado romano a lo largo de su historia. La razón de ello no hay que buscarla en el ámbito estrictamente militar, sino en el alcance político que se le concedió a la conquista del Norte peninsular, única operación dirigida personalmente por el emperador César Augusto.  
Tras pasar por la Galia, Augusto marchó hacia Tarraco, Tarragona. Allí asumiría los consulados de los dos años siguientes, 26 y 25 a.C., mientras emprendía el final de la conquista peninsular con la conquista de los Astures trasmontanos.  
En el año 19 a. C, finalizada la conquista de cántabros y astures, todo el espacio del norte de la cordillera Cantábrica entró bajo el control romano.
Los conquistadores elegirán el castro de La Campa Torres, el oppidum Noega de las fuentes textuales, para levantar un gran monumento conmemorativo, quizá un faro, dedicado al emperador Augusto.
Este monumento constituye uno de los testimonios más importantes de la llegada de Roma a los finisterres atlánticos hispanos, con un valor simbólico indiscutible. 
Expreso. Redacción. A.F

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