‘El libro sobre Loaysa va a dar mucho que hablar’

Aunque seguramente no fuese su intención inicial, Tomás Mazón Serrano se ha convertido en todo un referente para los profesionales de los viajes y el turismo. Persona perseverante y generosa como pocas, ha dedicado los últimos años a documentar y divulgar al mundo de manera altruista el gran viaje al Maluco, sacando a la luz incluso documentos originales que no se conocían.

No creo que haya ningún viajero de corazón que no haya vibrado con sus libros sobre Elcano o Gómez de Espinosa y, por supuesto, con su extraordinaria web RutaElcano.com, el mejor trabajo que han visto los siglos sobre el mayor viaje de la historia humana, que es mucho decir.

Y, desdoro para los historiadores del mundo, este inmenso trabajo sobre la gesta más inmensa ha tenido que hacerlo un alicantino que inicialmente no se había formado en Historia, sino que se dedicaba a menesteres más técnicos en su profesión de ingeniero.

Ahora, tras un V Centenario de aquella I Vuelta al Mundo en el que Mazón fue sin duda lo mejor de toda la celebración, los viajeros de todo el mundo estamos de suerte, porque este 2024 Mazón va a dedicar por fin la mayor parte de su tiempo a los viajes históricos, y no podíamos dejar de contarlo en Expreso, así que hemos buscado la oportunidad de preguntar directamente al protagonista de la buena noticia:

Tras ese trabajo tan intenso de divulgación que ha llevado a cabo en los tres años del centenario me imagino que necesitará un descanso, pero seguramente aún no sabemos todo lo posible sobre la I Vuelta al Mundo y quizá aún hay personas que no conocen este viaje. ¿Le queda aún algo por investigar?

Ha pasado un año desde que culminó el V centenario, pero yo sigo a la carga. Estoy enganchado a leer legajos de la época, así que no dejo de profundizar en mi conocimiento sobre las expediciones de descubrimiento y de los marinos que iban en ellas. Este año he visitado siete u ocho archivos históricos diferentes y no dejo nunca de sorprenderme por lo que encuentro. Es fascinante.

¿De qué manera va a continuar su labor divulgativa tras el V Centenario?

Pues de eso se trata también, de contarlo, así que he decidido dedicar más tiempo a esta faceta y tratar de lanzar nuevos contenidos al público, de una forma renovada, más organizada y más intensa. En mi cabeza bullen las ideas, aunque justo ahora estoy muy centrado en acabar la redacción del que será mi tercer libro, acerca de la siguiente gran expedición que se envió a la Especiería, la de Loaysa. Quiero dar un fuerte impulso a todo esto, pero voy a ir paso a paso.

Su sitio web Rutaelcano.com presenta un caudal de información completísimo sobre la I Vuelta al Mundo. ¿Hay todavía alguna manera de mejorarlo? Si es así, ¿puede avanzarnos alguna novedad que tenga prevista para la web?

Claro, la web va a cambiar y a crecer. No solo mejorará su apariencia, sino que albergará novedades con mucha frecuencia, acerca de la primera vuelta al mundo y también de otras expediciones mucho más desconocidas pero igualmente interesantes. También del contexto de la época, tan volcado a la exploración y a exportar la forma de vida tal como se entendía entonces. Y siempre manteniendo el rigor y el tono de respeto por quienes nos precedieron.

Escribir sobre historia y viajes a ese nivel implica mucha investigación, paciencia y precisión. ¿Cuál ha sido el mayor desafío que ha enfrentado al investigar para sus libros y artículos?

Quizá haber aprendido a leer paleografía de forma autodidacta sea lo que más pueda llamar la atención o, al menos, a lo que uno saca más partido. Sin embargo, creo que la parte que más esfuerzo requiere a la hora de investigar es crear tablas que ayuden a manejar tanto caudal de información. Tengo auténticas “sábanas” en Excel que llevo años enriqueciendo, y de las que a la vez obtengo la información de forma rápida cuando la necesito. Ser ordenado requiere un esfuerzo pero es fundamental con la documentación de archivo y con las fuentes de las que emana el conocimiento. De no hacerlo así, me perdería a cada paso.

¿Cómo han influido sus experiencias personales de viaje en su enfoque de la escritura y la historia?

Buena pregunta. Cuando uno acude a un sitio nuevo o que no conoce lo hace con cierto grado de excitación, de intranquilidad, generando expectativas… Eso nos pasa aún a día de hoy, cuando la mayoría de nosotros no pisa un hotel del que no haya visto fotos y opiniones, tratando de minimizar el riesgo de toparte con una mala experiencia. Pero eso es a la vez una de las facetas buenas de un viaje, que aporta cierta dosis de riesgo. También te ayudan a relacionarte, y a aceptar que dependes de los demás en cierta medida. Todo eso pero llevado a su extremo debieron sentirlo quienes recorrían un horizonte desconocido. No sabían qué iban a encontrar el día siguiente, pero lo hacían en una nao y con una tripulación que eran todo cuanto uno tenía, con esperanza y con deseo de trascender por alcanzar grandes logros. Procuro no olvidar esta perspectiva.

Para aquellos que aman tanto viajar como la historia, y que se han enamorado gracias a RutaElcano.com de la I Vuelta al Mundo, España guarda numerosos tesoros relacionados con este viaje, ¿podría recomendarnos tres destinos que considere imprescindibles y decirnos por qué?

¡Son muchísimos! España entera está repleta de lugares que guardan relación con ella de un modo u otro, es increíble. Por supuesto, evocar la salida o el regreso en el Guadalquivir, tanto en Sevilla como en Sanlúcar de Barrameda, sea quizá de las sensaciones más bonitas. Sin embargo, cuando uno conoce lo que ocurrió, encuentras que puedes sentirte muy cerca de aquellos marinos en lugares muy dispares, desde Valladolid, donde Magallanes acudió a presentar al rey su proyecto; a Barcelona, donde este le otorgó las instrucciones para el viaje; pasando por aquel Burgos tan rico que quiso añadir el comercio de las especias al de la lana; las costas de Zarautz que vieron nacer a la nao Victoria; o cada una de las ciudades de las que procedían los tripulantes, y mil rincones especiales como el monasterio de la Santa Faz de Alicante, donde Elcano legó un dinero y que acudieran en romería en su nombre. No hay un tercer lugar mejor que otro. Si uno recorre España en coche, puede parar cada poco en algún lugar relacionado con la expedición.

Desde su perspectiva, ¿cuál es el balance entre fomentar el turismo y preservar los sitios históricos y culturales? ¿Cómo puede el turismo contribuir positivamente a la conservación del patrimonio?

Yo soy de los que se alegran cuando voy a la catedral de Sevilla, y me encuentro con que no hay forma de acercarse al mausoleo del Almirante don Cristóbal Colón sin librarte de algún codazo. Quiero decir que todo va bien hasta que el turismo se masifica, e incluso también dado el caso, si se implementan las medidas correctas. Es tanto el patrimonio histórico y cultural de España, y por lo común tan desconocido, que creo que la clave pasa precisamente por fomentar turísticamente aquellos lugares más desapercibidos pese a su gran interés. Eso extendería el reparto de riqueza, el visitante alargaría sus estancias, y aliviaría quizás los focos masificados que, por otro lado, tampoco son tantos. Evidentemente, parte de los recursos que se generen deben dirigirse a la conservación del patrimonio. Pienso más en cuánto patrimonio podría salvarse así del abandono que en lo contrario.

¿Tiene algún proyecto futuro emocionante en mente que pueda compartir con nosotros?

Todavía es pronto para hablar más de ello, y aún más de otras cosas, pero adelanto que el libro sobre la expedición de Loaysa va a dar mucho que hablar. Me está quemando en las manos todo lo que he ido encontrando durante la investigación. Estoy seguro de que a mis lectores les va a gustar.

Nos va a encantar. Muchísimas gracias.

Quedamos pendientes de la publicación de su libro sobre Loaysa y las novedades en RutaElcano.com para contárselas a nuestros lectores viajeros de Expreso.

Entrevista: Ana Bustabad. Fotos: cortesía Tomás Mazón, Fundación Nao Victoria y archivo Expreso.