Menú de navegación
Las catorce sonrisas de Elsa
EXPRESO - 23.12.2010
Ana Bustabad Alonso, periodista
Para ella los días terminaban tarde, cansados, pero cada noche la esperaba una sonrisa distinta sobre la colcha amarillo pálido...
La primera noche, nada más llegar a la habitación, los recibía sobre la cama una pareja de cisnes, blancos y enamorados, dos esculturas efímeras de toalla que se retorcían imposibles sobre la colcha, formando un corazón con el pico.
Era la bienvenida de Elsa a la pareja de novios que estrenaba su luna de miel en el Copacabana.
Esa noche se durmieron al ritmo de las olas, que golpeaban con furia la piscina natural del hotel. ‘Va a entrar un frente frío’, decían.
Luego él se fue, y vinieron muchas noches de silencio.
Elsa, que sabía de la tristeza de su compañera, arreglaba cada mañana la habitación con mimo, dispuesta a mitigar su ausencia. Un pingüino, un elefante, dos o tres ramos de flores… hasta un señor con gafas llegó a inventar con tapones de botellitas de champú, con sus toallas gastadas de tanto plegarse.
Para ella los días terminaban tarde, cansados, pero cada noche la esperaba una sonrisa distinta sobre la colcha amarillo pálido.
Junto a cada muñeco, siempre una nota de esperanza. ‘¡Hola! Que tengas un buen día. Elsa’. Una sonrisa dibujada. :)
Y, cada madrugada, el mar Caribe se volvía Atlántico para seguir golpeando con fuerza, como queriendo arrullar su soledad.
Dos, cuatro, siete, doce… Hasta catorce días, catorce sonrisas, catorce figuritas de toalla fueron desfilando por su cama medio vacía.
Catorce noches de silencio, de olas furiosas y cielos grises que vio pasar desde la ventana de su hotel, su casa ya, en La Habana.
Luego él volvió, y ya nunca más hubo silencio. :)
Algunas noches, de nuevo juntos, sonríen cuando se acuerdan de Elsa. No de la eficiente camarera de habitaciones, sino de la artista de toallas imposibles; de la amiga buena que la última noche en el Copacabana les regaló su mejor obra, su enorme sonrisa color chocolate.
Con nuestro inmenso agradecimiento a todo el equipo del hotel Copacabana, nuestra casa en La Habana; y a todas las Elsa que cada día regalan sonrisas en todos los hoteles del mundo.
Con nuestro inmenso agradecimiento a todo el equipo de la mayorista Havanatur en Cuba, Guamá en España; de la Clínica Cira García en la Habana; a la Oficina de Turismo de Cuba en España; al Ministerio de Turismo de Cuba; al Centro de Prensa Internacional de La Habana; al grupo hotelero Cubanacán; y al inconmensurable corazón del pueblo cubano.
Con firma relacionados
-
Extremadura sorprende al mundo con su legado cultural, paisajes de belleza singular y una gastronomía única
-
Turismo de Galicia apuesta en sus presupuestos 2025 por la consolidación de la sostenibilidad integral del destino
-
El Clúster Turismo de Galicia impulsa la calidad como objetivo prioritario
-
Descubre los secretos del Caribe nicaragüense
-
Qué hacer en Medellín: la 'Ciudad de la Eterna Primavera'
-
Movilidad eléctrica y SMART: ¿el futuro de las ciudades?
-
Lo que debes saber antes de viajar a Múnich para la final de la Champions League en 2025
-
Santiago Ways: tu compañero ideal para el Camino de Santiago
-
Cozycozy: La búsqueda de alojamiento neutral y eficiente
-
Explorando San Francisco en caravana
-
Omio: analizando la innovación y los desafíos del turismo
-
Azores Airlines: entre desafíos y oportunidades
-
Galicia refrenda su compromiso con la calidad con 285 acreditaciones Q
-
Impulsando el crecimiento: tener el partner de viajes adecuado marcará la diferencia en el desarrollo de tu empresa
-
Nuestros mejores deseos, Xosé Manuel
manolo (no verificado)
27.12.2010 - 23:50