El aeropuerto de Galicia

EXPRESO - 25.09.2009

Manuel Bustabad Rapa, periodista

Estos últimos días leemos en la prensa que ha llegado la cordura, en materia de transporte aéreo, a algunos de los máximos responsables políticos del momento...

Manuel Bustabad Estos últimos días leemos en la prensa que ha llegado la cordura, en materia de transporte aéreo, a algunos de los máximos responsables políticos del momento. El Ministro español de Fomento, Sr. Blanco (PSOE), coincide con el Presidente de la Xunta de Galicia, Sr. Núñez (PP), en que basta con un aeropuerto en nuestra comunidad.

Pues ¡claro!, un único aeropuerto es suficiente para comunicarnos con el exterior. Más de uno, ya no digamos tres, los hace inviables. Pero que no cunda el pánico, se necesitan todas las pistas, no hay que cerrar los aeródromos (permítanme el término) existentes. Se trata de convertirlos en terminales de un mismo aeropuerto.

Es obvio que, por la distancia entre Coruña y Vigo, con la tecnología actual, la comunicación entre las terminales de Alvedro, Lavacolla y Peinador puede lograrse en fracciones de hora. Otros aeropuertos, por ejemplo Barajas (Madrid), son operativos con un alto nivel de eficacia, a pesar de contar con varias terminales. Y alguna de gran extensión, como la T4, que necesita un tren interno para enlazar las distintas zonas de embarque.

La estratégica ubicación de Lavacolla, sensiblemente equidistante de las urbes principales, unida a su mayor posibilidad de crecimiento, hace que sea la mejor opción para Terminal de largo recorrido. Con lo cual, cada área-poblacional-importante, léase área de Vigo y área de Coruña, tendría sus respectivas terminales de vuelos domésticos tan próximas como ahora mismo, en Peinador y Alvedro, disponiendo para los desplazamientos intercontinentales de su Terminal Lavacolla, pongamos que a treinta minutos. En cualquier caso, mucho más próxima que Barcelona, Madrid, Lisboa y Oporto, que son las opciones actualmente.

Somos conscientes de que intervienen muchas más variables en este asunto. Habrá que contar con las compañías aéreas, con otros aeropuertos, con las administraciones…Pero esa es labor de los expertos.

Lo verdaderamente importante es que la luz llegó a la vez a los cerebros de los políticos llave, en este momento, para que el reto pueda ser vencido. Quizá la clave de esa coincidencia esté en la lejanía de las próximas elecciones. Sea cual sea la razón, resultaría imperdonable desperdiciar esa unión de esfuerzos. Es sabido que los ciclos astrales son períodos de larga duración y una confluencia similar podría no repetirse en nuestra vida.

De todos modos la tarea será ardua. De momento la iluminación aún no llegó a las neuronas de los respectivos alcaldes, que ya mostraron su posición de enroque. Como queriendo prolongar el juego. Como buscando de nuevo hacer tablas.

Señores, dejen a un lado sus localismos trasnochados, esta partida tenemos que ganarla. Las tablas nos dejarían como estamos.

La Comunidad Autónoma de Galicia (España) cuenta actualmente con tres aeropuertos situados a poca distancia entre sí.

El de Lavacolla, en la capital gallega, Santiago de Compostela; y los de Alvedro, en La Coruña, y Peinador, en Vigo, a menos de 100 kilómetros del anterior.

Comentarios

internauta (no verificado)

24.01.2015 - 18:11

Si usted viaja, se dará cuenta de que en todo el mundo los aeropuertos están ubicados en las grandes ciudades. Esto no es por capricho, sino simplemente por motivos de accesibilidad y coste, puesto que el transporte terrestre supone el empleo de un determinado tiempo y dinero a los usuarios.

La centralización de las rutas en Lavacolla es algo que se ha demostrado imposible a pesar del empeño de la administración autonómica. Su supuesta centralidad es de hecho cuestionable.

Los aeropuertos de A Coruña, Vigo y Porto se encuentran a distancias razonables para mantener una sana competencia dando un servicio adecuado a todos sus usuarios.

Pienso que Lavacolla es prescindible, y el fanatismo de quienes lo defienden a costa del resto de Galicia es el origen de los actuales problemas de coordinación.