La UNESCO reconoce el patrimonio de Israel

EXPRESO - 29.06.2010

El amor que siente Israel por su historia se ha visto, en los últimos años, premiado por la UNESCO

El amor que siente Israel por su historia se ha visto, en los últimos años, premiado por la UNESCO. Al día de hoy, Israel cuenta con trece lugares Patrimonio para la Humanidad, cada uno diferente pero todos sumamente atractivos. El primer reconocimiento fue para la ciudad vieja de Jerusalén allá por el año 1981 y los dos últimos se realizaron a mediados de este año 2008, con la fe Bahai en Haifa y San Juan de Acre. 

Las ciudades viejas de Jerusalén y Acre, Massada, la Ciudad Blanca de Tel Aviv, la Ruta del Incienso y restos nabateos – Mamshit, Avdat, Haluza y Shivta -, los tels bíblicos de Megiddo, Hazor y Beersheba y los Santuarios y Jardines Baha’i en Haifa y San Juan de Acre.
Los sitios tienen que cumplir con criterios estrictos para ser incluidos en la prestigiosa lista cuya finalidad es garantizar su preservación para las generaciones futuras.
San Juan de Acre, en Israel verá escrito Akko en la mayoría de las señales, ganó su lugar gracias a la ciudad medieval, tanto por encima como por debajo de la calle, y su condición como un ejemplo destacado de una ciudad amurallada otomana cuyas murallas, con maravillosas vistas al Mediterráneo, los visitantes siguen a pie.
Masada honrado como un símbolo de la identidad judía cultural y humano de la lucha por la libertad ante la opresión. Masada construido por Herodes el Grande también se considera un testimonio extraordinario de toda una villa romana así como del asedio romano sufrido en torno a la meseta. El Parque Nacional de Masada, en continua investigación como respuesta a su condición de Patrimonio Mundial, cuenta con un innovador y moderno museo que muestra algunos de los más preciosos hallazgos de sus excavaciones.
Asimismo, la UNESCO considera que la Ciudad Blanca de Tel Aviv simboliza la síntesis de las tendencias arquitectónicas del Movimiento Moderno y su integración al medio local. Los edificios de la Ciudad Blanca son uno de los últimos atractivos de Tel Aviv que se pueden ver en Dizengoff, el bulevar Rothschild y calles anexas.
La Ruta del Incienso y ciudades Nabateas (Mamshit, Avdat, Haluza y Shivta) es parte de las 1.500 millas de la larga ruta comercial desde Arabia hasta su salida al mar en el Mediterráneo, cruzando Israel por el desierto del Negev. Se construyeron hace dos milenios atrás y las caravanas no sólo llevaban preciadas especias, sino que facilitaron un rico intercambio cultural.
La agricultura que se desarrolló a lo largo del camino muestra cómo un pueblo - entonces y ahora - podría convertir un medio hostil en un próspero desierto.
La UNESCO ha determinado que los Tels Bíblicos de Megiddo, Hazor y Beersheba son también testimonio de los intercambios culturales a lo largo de las principales carreteras antiguas. Sus intrincados sistemas de abastecimiento de agua, que se ponen de manifiesto durante la visita, también muestran el ingenio y la cooperación de las comunidades antiguas. Los lugares, con sus palacios, murallas y almacenes, también son testigos de grandes civilizaciones antiguas pudiendo constatar el saber y fidelidad de la narrativa bíblica.
En 2008, el Patrimonio Mundial de la UNESCO añadió los Santuarios y Jardines Baha’i en Haifa y Acre a los ya 11 lugares declarados Patrimonio Mundial en Israel. Las tumbas de Baha'u'llah y Bab (fundadores de esta religión), representan los primeros sitios del Patrimonio de la UNESCO conectados con una tradición religiosa nacida en los tiempos modernos. Los jardines y santuarios son lugar de peregrinación, no sólo para los 5 millones de fieles Baha’i, sino también para los cientos miles de turistas.
La cúpula dorada del santuario Baha’i en Haifa, rodeada por inmaculados jardines simétricos distribuidos en 18 terrazas que descienden sobre el Monte Carmelo hacia la Colonia Alemana es sin lugar a duda la imagen más conocida de Haifa, que atrae medio millón de turistas anuales.
El santuario de Baha'u'llah, rodeado también de jardines y situado cerca de la Ciudad Vieja de Acre, también Patrimonio de la UNESCO, atrae a 50.000 visitantes.
Y como colofón a un viaje de norte a sur, de este a oeste por Israel, Jerusalén, la ciudad dorada. El sueño hecho realidad para todos los visitantes.
Expreso. Redacción. Q.R

 

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