Un invierno cultural con los museos de Soria

EXPRESO - 09.12.2014

Naturaleza, gastronomía y patrimonio son tres conceptos, de gran atractivo para los viajeros, que definen la oferta turística de la provincia de Soria

soria_museo_trajeNaturaleza, gastronomía y patrimonio son tres conceptos, de gran atractivo para los viajeros, que definen la oferta turística de la provincia de Soria. Un territorio que recoge 10.306 kilómetros cuadrados de diversidad paisajística, 600.000 hectáreas de masa forestal –una de las más importantes de Europa-, más de 300 testimonios románicos y una espectacular despensa que atrae anualmente a miles de fanáticos de la buena mesa, entre otros muchos recursos turísticos. 

El peso cultural de Soria como motivación para organizar un viaje o una escapada no reside únicamente en los ejemplos arquitectónicos que salpican su territorio. El interés se multiplica al sumar la oferta museística de la provincia, ideal para completar cualquier visita y empatizar con la historia de un pueblo, vivir el destino.
Dos ejemplos de esta sensación los encontrará el viajero en el Museo Provincial del Traje Popular de Soria, ubicado en Morón de Almazán, y en el Museo ‘Magna Mater’ de las Villas Romanas de Cuevas de Soria.  
El primero de ellos se ubica en el Palacio de los Mendoza, localizado en la Plaza Mayor de la localidad, considerada como uno de los más bellos conjuntos arquitectónicos del Renacimiento español. De forma escalonada en este mismo lugar se erige la Iglesia de la Asunción, cuya monumental torre reina la vista de todo el municipio.
El Palacio destaca por la contundente sobriedad de la fachada decorada con unos sencillos alfices, que enmarcan sus principales huecos, y la portada presidida por la armas de los Mendoza. 
El Museo recoge más de 500 piezas de importantísimo valor, auténticas joyas de la historia del pueblo soriano a través de la vestimenta. El fondo del centro ha sido obra de generosidad de la población soriana, al ceder las prendas que sus antepasados guardaron en las arcas a lo largo de los años, preservando con ello la expresión más íntima de su cultura. Por tanto, la mayoría de ellas han sido recibidas directamente de los familiares de las personas que las lucieron, conociéndose muchos de sus nombres propios. 
El visitante realizará todo un viaje al pasado para descubrir los modos de vestir de las diferentes zonas de la provincia. Encontrará ejemplos de cómo lucían las personas aldeanas, o de cuáles eran las prendas características de las familias ricas, de los pastores trashumantes, o incluso el carretero de gala.  
Entre los elementos depositados y donados figuran prendas de vestir, ropa infantil, textiles de ajuar doméstico, adornos y aderezos, utillaje para tejer y otros elementos propios del mobiliario y la artesanía familiar que permiten contextualizar las ropas de la indumentaria típicamente soriana.    
El Museo cuenta con tres plantas y dos entreplantas. En dichos espacios encontraremos zonas como la sala de exposiciones temporales, la zona de audiovisuales -donde se proyectan imágenes que explican el vestido popular soriano-, una exposición fotográfica con imágenes cedidas por el fotógrafo Alejandro Plaza, una sala acerca de las materias primas que utilizaron los antepasados de la provincia para confeccionar su indumentaria y el utillaje doméstico para su confección, muestras acerca del modo de vestir tradicional y popular en los diferentes momentos de la vida cotidiana –día a día, galas y ajuar doméstico-, así como los trajes populares de los ritos festivos sorianos y las peculiaridades de la indumentaria de cada zona de la provincia.
El yacimiento se encuentra junto al río Izana y revela una amplia mansión de casi cuatro mil metros cuadrados de superficie, levantada en su totalidad de nueva planta hacia la mitad del siglo IV, sobre una construcción anterior. Una edificación que destaca por su magnitud, de la que se han descubierto más de treinta habitaciones de distintos tamaños y estructuras, muchas de ellas con cabecera semicircular. 
Asimismo, la labor de Blas Taracena en 1928 también desveló durante las excavaciones toda una joya artística: una serie de mosaicos geométricos, elaborados con diferentes tipos de piedras y colores, que dejan entrever la belleza policromática del conjunto, importante esfuerzo llevado a cabo por la Diputación Provincial de Soria, la Junta de Castilla y León y el apoyo de la Unión Europea, han permitido proteger y musealizar el yacimiento. De este modo, la instalación de una sala de audiovisuales, salas de exposiciones, paneles informativos y didácticos así como diversas maquetas, acercan al visitante al mundo rural romano.  
En el propio yacimiento, el visitante tendrá acceso a cinco pantallas con proyecciones diferentes, de en torno a dos minutos cada una, en la que se explica cada una de las zonas que se van recorriendo como explicación de las termas, la visualización de los mosaicos, o la historia del nacimiento y desaparición de la propia villa romana. 
Por otra parte, se han invertido esfuerzos en atraer la atención de los más pequeños de la casa, puesto que la estancia donde se realiza el visionado de un documental de 12 minutos de duración dedicado a la propia villa romana también cuenta con una versión para niños, más reducida, de 5' de duración, a lo que hay que sumar dos consolas con un juego infantil interactivo basado en el propio audiovisual donde se podrá poner a prueba los conocimientos adquiridos durante su visualización.
Avanzando en el recorrido, en la zona donde está habilitada la maqueta del yacimiento, se ha instalado una pantalla que proyecta una recreación en 3D de la propia villa.   
Expreso. Redacción. T.R

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