Llegaron a León las fiestas de San Froilán

EXPRESO - 24.09.2015

Del 24 de septiembre al 5 de octubre la ciudad de León vive un ambiente de inspiración antigua y medial durante la celebración de sus fiestas más tradicionales: las Fiestas de San Froilán

Leon_San_FroilanDel 24 de septiembre al 5 de octubre la ciudad de León vive un ambiente de inspiración antigua y medial durante la celebración de sus fiestas más tradicionales: las Fiestas de San Froilán. 

León despunta en esas fechas con mercados de época en donde los visitantes pueden disfrutar de exhibiciones de cetrería, talleres de oficios tradicionales, cientos de atractivos puestos de venta y numerosas representaciones teatrales. No faltan en la programación otras ferias dedicadas a la alfarería y la cerámica.
Las calles se llenan con los desfiles de pendones, las degustaciones de productos de la tierra, los pasacalles musicales, los carros engalanados y las exhibiciones de deporte autóctono.
Podemos considerar las Fiestas de San Froilán como las más tradicionales de cuantas tenemos en León, pues entroncan con las raíces y la cultura propia de nuestra ciudad; no en vano su celebración se remonta a la Edad Media. Son las fechas idóneas para revivir las romerías a la Virgen del Camino, disfrutar de la belleza de los carros engalanados, maravillarse con la mayor concentración de pendones que se da en la provincia y volver a tomar partido en la lucha dialéctica que provoca el Tributo de las 100 Doncellas, el inigualable Foro u Oferta de Las Cantaderas, manifestaciones todas únicas de nuestra historia y nuestro carácter.  
La historia de San Froilán nos dice que nace en la provincia de Lugo, en el año 833 y lleva vida de estudiante hasta que aproximadamente a los 18 años se hace ermitaño, retirándose, según parece, a la Gruta de Ruiterlán en el Bierzo, ahora ermita, y más tarde a las montañas leonesas del Curueño.
A lo largo de los años, su vida se ve marcada por diferentes acontecimientos que irán forjando, poco a poco, su destino, tal vez uno de los más importantes conocer al sacerdote mozárabe de Tarazona Atilano, con el cual emprenderá una vida monacal y de reforma de la vida eremítica.
En el año 900, muere el obispo de León, Vicente, y el pueblo pide al rey Alfonso III que sea Froilán el nuevo obispo, a la vez que Atilano es nombrado obispo de Zamora en el día de Pentecostés.
Los ceremoniales fueron presenciados por el rey y toda la corte del momento, lo que da una idea de la importancia de la figura de San Froilán en la época. Cinco años después muere en León, el 5 de Octubre, y es enterrado en la Catedral o antigua iglesia de Santa María, en un suntuoso sepulcro construido para sí por Alfonso III.
Las crónicas cuentan que ‘los devotos vecinos de León lloraron amargamente la falta de su Santo Pastor Froilán…’.
Expreso. Redacción. A.F  

Comentarios