Good Food Ireland, iniciativa para vivir la mesa irlandesa

EXPRESO - 14.03.2007

Irlanda ha creado Good Food Ireland, que a través de su página web, ofrece una colección de hoteles, establecimientos, pubs, restaurantes y tiendas que ponen a nuestra disposición, además de un alojamiento de calidad, una alimentación fiel reflejo de la diversidad gastronómica que caracteriza a la Isla Esmeralda.

Irlanda es un país agrícola y ganadero que produce alimentos muy variados. De ahí que su gastronomía sea tan heterogénea como resultado de tener una diversificada materia prima. La carne vacuna, la más común en Irlanda, proviene de pequeños ganaderos con pocas cabezas, normalmente de los condados de Kildare y Meath; la de cerdo, propia de las granjas del sur del país; el cordero irlandés de Connemara y Wicklow. También es común comer carne de caza y aves.

De su influencia vikinga adoran el pescado y los mariscos, del río el salmón rosado, la trucha, el bacalao y el marisco como los langostinos y gambas de Dublín, langostas, camarones, ostras, mejillones y caracoles de mar.

Y de su tradición celta les viene el gusto por la fruta y lo vegetales, de todos los tipos y cultivados a lo largo de todo el territorio, y cómo no, los lácteos, la manteca y todo lo que se elabore con ellos. Pero si hay un alimento que destaca sobre cualquiera es la patata.

Platos famosos son también las ostras de Galway, las gambas de la bahía de Dublín, los langostinos a la dublinesa, los filetes de rodaballo con salsa Noilly Prat, las bombas de patata con queso cheddar, el jamón asado al horno de Limerick, el cerdo asado con miel, el faisán relleno de castaña, la morcilla negra rellena de col....

Pero las verdaderas estrellas de la gastronomía irlandesa son el irish stew, un estofado hecho con carne de cordero, patatas, cebolla y perejil; el colcannon, mezcla de patatas y berza; la mussel soup, elaborada con mejillones frescos en una crema de pescado aderezada con verduras y hierbas; las dublin coddle, salchichas trituradas con jamón y bacón cocido con patatas y cebollas, y, por supuesto, el típico desayuno irlandés, con pan con soda y mantequilla, pastel de patata, pudín blanco y negro, huevo frito, bacón, salchichas y tomate cocido.

Las recetas, siempre acompañadas de soda bread, un pan casero que se elabora con una mezcla de cereales amasados con leche y una cucharadita de bicarbonato, de ahí el nombre. Y, cómo no, de una humeante taza de té con leche y limón, un gran vaso de cerveza Guinness o un whisky de malta y un buen Mousse Irish Mist, un licor típico de estas tierras.

Más información en la página web específica.

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