Aquí el color es mucho más que tinta, es nuestra forma de ser

EXPRESO - 18.07.2011

Camille Paz Rivero, jefa de ventas de Turismo de Curaçao para Europa

Podría contarte que tenemos 64 kilómetros de largo en la isla, pero necesito expresar sus colores, su comida. Color es sentir, probar, disfrutar los cinco sentidos que uno tiene…

Situada en las Antillas Menores, al sur del mar Caribe, Curaçao es un país autónomo perteneciente a los Países Bajos que junto con Aruba y Bonaire forma el llamado archipiélago del ABC.
Conocida mundialmente por su famoso licor de Curaçao, amargo como la cáscara de naranja con la que se elabora, es sin embargo un país tremendamente dulce.
Sus gentes hospitalarias, sus fondos marinos, sus playas,  su clima fantástico y el estallido de colores de sus edificios coloniales lo hacen un destino muy apetecible durante todo el año.
Nos lo cuenta Camille Paz, jefa de ventas de Turismo de Curaçao para Europa.
Aunque vive en Rotterdam, donde está la sede de la Oficina, se escapa siempre que puede al Caribe, para ver a su familia y disfrutar de los sabores de esta tierra alegre.
Curaçao no se conoce muy a fondo en España, aunque este año ha venido como país invitado a Euroal con la campaña ‘Curaçao, de colores’ ¿De verdad es un país de colores?
De verdad, como puede ver en estas fotografías es un país, una isla de colores. Solemos bromear diciendo que cuando alguien te viene a visitar le das el nombre de la calle pero sobre todo le indicas ‘Verás una casa amarilla y verde, luego doblas a la izquierda y verás una casa roja y blanca, es la mía’. Todas las casas tienen un color intenso, los colores de Curaçao son brillantes.
¿Eso significa que los habitantes de Curaçao son alegres, igual que sus casas?
Muy alegres, siempre que hago presentaciones turísticas para agentes de viajes o para clientes visto de colores. Yo no soy de blanco y negro, soy de colores, como Curaçao. Porque el color es sentir, probar, disfrutar los cinco sentidos que uno tiene. Y trato de hablar sobre eso, es muy importante que la gente sepa qué estamos vendiendo.
Podría contarte que tenemos 64 kilómetros de largo en la isla, pero necesito expresar sus colores, su comida. El color es mucho más que tinta, es nuestra forma de ser.
Hablando de sentidos, ¿cuáles son los sabores de Curaçao?
Recuerda que Curaçao fue durante un tiempo español, portugués, holandés, inglés y al final los holandeses se quedaron y triunfaron, de hecho estamos aún en el Reino de Holanda. Esto es una mezcla, como nuestra comida.
Comemos por ejemplo ‘Stobà’, un fricasé que puede ser de carne de pollo, de res, pero sobre todo de cabra, kabritu stobà, con plátano frito, arroz y una especie de pollenta que inventaron los esclavos. Es famoso también el fungi, cocinado con una fruta que se llama okra. No hay que olvidar el pescado del mar Caribe, con un sabor que encanta.
Los dulces, elaborados con coco, con maní, hay muchos sitios en Curaçao donde puedes probar la comida auténtica local, además de la internacional, que está presente por todos esos países que influyen en nuestra cocina.
Tenemos 65 nacionalidades, hablamos cuatro idiomas, el papiamentu -kon tabai, cómo estás- el holandés, idioma oficial, el inglés, el más internacional, y no olvidamos el español.
Entonces para los viajeros españoles, que tenemos fama de no saber idiomas, ¿es fácil entenderse en Curaçao?
Muy fácil. Cuando un viajero español llega a Curaçao le indicamos todo en español.
¿Cómo está el país en cuanto a infraestructura hotelera?
Muy bien. No tenemos un turismo de masas concentrado en un sitio, todo está distribuido a lo largo de los 64 kilómetros que tiene la isla. Hay hoteles desde 3 a 5 estrellas Gran Lujo.
Además no necesitas una guía para conocer la isla. Lo mejor es llegar al aeropuerto de Hato y alquilar un coche, así vas disfrutando y conociendo Curaçao por tu cuenta. Siempre hay alguien que te puede indicar y es muy seguro, al fin y al cabo pertenecemos al Reino de Holanda, así que uno puede conducir tranquilamente por la isla.
Curaçao es famosa también por la hospitalidad…
Sí, somos gentes muy hospitalarias. Si les caes muy, muy bien, incluso pueden invitarte a su casa, y conservar una larga amistad durante años.
Hablábamos antes de los sabores, pero en Curaçao también son importantes los sonidos…
Bailamos de lunes a lunes [risas]. Sobre todo bailamos tumba. La tumba viene de los esclavos, que recuerda a la rumba española. Yo muevo la cintura, y ustedes mueven la mano. Lo combinamos con algunos ritmos europeos como la mazurca, la polka, el vals que vino de Europa, pero todos con un toque caribeño, de Curaçao.
Hemos transformado ritmos caribeños como el son montuno, de Cuba -Cuba lo dejó pero en Curaçao es un baile muy fuerte, es lo que bailan mis padres-. Antes había una fiesta de gala y en vez de bailar el danzón bailábamos danza. En la isla han quedado muchos ritmos musicales que seguimos bailando en Curaçao hasta el día de hoy.
En los hoteles hay fiesta cada día, una happy hour, y si sales fuera del hotel, lo mismo, la gente baila por todas partes. Los 40 únicos días en que la gente no baila es durante la Cuaresma y la Semana Santa.
¿Se celebra la Semana Santa?
Nosotros la celebramos mucho, y tenemos también seis semanas de Carnaval llenas de colores, y una gran parade en la que participan más de 2.300 personas. La Fiesta de la Cosecha es la segunda Pascua de Resurrección, vestimos de trajes folclóricos, con sus instrumentos, bailamos… Mantenemos muchas tradiciones que ya se han perdido muchas veces en el Caribe. Por eso decimos que somos muy auténticos.
En Curaçao tenemos 350 edificios que son Patrimonio de la Humanidad declarados por la Unesco. Por ejemplo el puente que abre y cierra la bahía cada vez que entra un barco, desde hace 300 años, el Swinging Old Lady.
En ese edificio que ve detrás de mí, la casa de la Penha, es de 1708, aquí puede comprar perfumes, maquillajes, todo tax free. Está al otro lado del puente, en Punda, Punda significa punto.
Entre las novedades para este año en la isla, la segunda edición del North Sea Jazz Festival, que será el 2 y 3 de septiembre, y donde estarán Rubén Blades, Stevie Wonder, Juan Luis Guerra, Sting, Dionne Warwick… Dos noches bajo las estrellas, al aire libre, bailando, disfrutando y gozando.
Buena temperatura, entonces…
27 grados durante todo el año. Y el agua a 25 grados todo el año, perfecta para bucear. Lo mejor es que no hace falta organizar nada. Coges el coche, te detienes porque ves una playa que te gusta, alquilas el equipo y puedes ver corales increíbles.
¿Cuál es el mejor momento del año para viajar a Curaçao?
No importa. Porque cada vez que vayas vas a disfrutar, seguro. Pero necesitas por lo menos dos semanas, porque te ha gustado una playa, o una actividad, y quieres regresar. No importa la temporada, estamos fuera de la zona de huracanes. Eso es importantísimo si quieres ir en septiembre, o en octubre, no tienes que preocuparte.
La temporada alta, la más cara, coincide con las vacaciones de Holanda, que son de julio a agosto, y también en mayo, octubre y diciembre.
Curaçao está bien comunicada desde Europa a través de Ámsterdam.
Correcto, lo mejor desde España es volar a Ámsterdam y desde aquí directamente a Curaçao. Tenemos 19 vuelos a la semana, porque aunque Martinair ya no volará más con pasajeros desde el 29 de octubre, sólo carga, sus rutas las hará también KLM. Así que tenemos tres vuelos al día.
Expreso. Torremolinos, Málaga. Federico Ruiz
Fotos Curaçao: Curaçao Tourist Board

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