El pastrami de La Finca se distribuye en El Corte Inglés

EXPRESO - 01.04.2018

La Finca Jiménez Barbero lanza su última innovación carnívora

La_Finca_PastramiLa Finca Jiménez Barbero lanza su última innovación carnívora. Un pastrami elaborado con el corte picaña o tapilla, de vacas de La Finca, macerado en salmuera y ahumado después, que seguro pondrá de moda esta carne en España.

Ya no hace falta viajar a Nueva York para probar esta delicia. Basta con acercarse a cualquier establecimiento de El Corte Ingles o a CARNICo, Eloy Gonzalo, 33. Madrid.    
La Finca Jiménez Barbero amplía su catálogo de productos de alto valor gastronómico este año con el pastrami. Un producto que viene precedido de su fama en Estados Unidos, Argentina o Reino Unido y que en nuestro país empieza a descubrirse.    
El Pastrami de La Finca se elabora a la manera tradicional, con un proceso de salado lento, de unos diez días, dependiendo de la pieza, y posterior ahumado de doce horas. Posteriormente, se añade una cobertura de pimienta negra y hierbas del monte (orégano, entre ellas).   
Para preparar este delicioso plato en La Finca seleccionan la picaña (o tapilla), una pieza que no es la habitual (suele hacerse con el pecho/brisket) y que, al tener una gran infiltración de grasa, hace que el pastrami resulte más jugoso, sabroso y lleno de matices. La pieza mantiene su cobertura natural grasa, que una vez loncheada, le proporciona una untuosidad perfecta.    
Es muy versátil a la hora de prepararse. Además del reconocido sándwich, Jaime Sánchez, responsable de Producto, Formación e I+D del grupo propone otras formas de degustar esta delicatessen, como el canelón relleno de setas y queso, el pastrami en ensalada templada, un original cachopo o en versión ‘gilda’.
‘El pastrami tiene un sabor muy potente, pero equilibrado a la vez, que compagina muy bien con sabores fuertes, como el ácido, cítricos, encurtidos o mostaza. Cervezas, como La Jamonera de La Virgen o vinos con carácter, como El hijo del Carnicero, de La Finca son el acompañamiento ideal’, explica Sánchez.    
Un poco de historia 
El pastrami, es de origen judeo-rumano, inicialmente se pronuncia pastrómo, pero con la emigración a Estados Unidos se transformó en pastrami, como forma de asociarlo al más conocido salami de la cocina italiana (aunque no tiene nada que ver con él).    
Es generalmente carne de buey o ternera de la falda o redondo, hecha en salmuera, sazonada con hierbas y especias y posteriormente ahumada. Si sugues la escuela de Nueva York lo servirás tal cual; si prefieres la de Chicago, el pastrami tiene que ir asado al horno. Estos dos procesos eran algunos de lo que se utilizaban para conservar la carne, en un momento en el que no existían los frigoríficos en la zona de Europa del este.    
El sándwich original se sirve en un pan judío de doble horneado con una gran cantidad de lonchas de pastrami, mostaza y pepinillos agridulces.       
Expreso. Redacción. J.R

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