Alentejo gastronómico, un viaje para el paladar

EXPRESO - 20.09.2017

Con la llegada del otoño, Alentejo se tiñe de los colores más característicos de esta estación y la región portuguesa se convierte en el paraíso de los amantes de lo rural

Alentejo_gastronomiaCon la llegada del otoño, Alentejo se tiñe de los colores más característicos de esta estación y la región portuguesa se convierte en el paraíso de los amantes de lo rural. Una gastronomía tradicional, con productos de la tierra que dan lugar a una cocina que no deja indiferente y maridada con vinos de la mejor calidad, hacen que visitar Alentejo sea un lujo para todos los sentidos.  

A lo largo de los próximos meses, Alentejo invita a dejarse seducir por una de las tendencias que no pasa de moda: el enoturismo. La viña es uno de los símbolos de la región y su carta de presentación, con más de 22.000 hectáreas dedicadas a su labranza y más de 260 productores de vino.
La guía ‘De la Tierra a la Mesa’ propone recorrer esta zona situada entre el Algarve y Lisboa y dedicar la visita para conocer más de cerca esta técnica y saborear los mejores vinos con la cocina más sabrosa.  
La gastronomía de la zona se basa en los cultivos y productos de cada estación, de forma que cualquier época del año es buena para disfrutar de su cocina. El otoño es idóneo para degustar las nueces y castañas recién recogidas, saborear las setas y espárragos así como aprender cómo se produce el vino o el aceite de oliva.  
Como punto de partida es fundamental disfrutar de esta tierra desde un alojamiento rural pero sin dejar de lado los detalles, la autenticidad y el bienestar del huésped. Al fin y al cabo, es otra forma de admirar el paisaje y por supuesto, de desconectar desde la máxima comodidad.
Herdade do Monte Alto, en Campo Maior, se extiende a lo largo de 300 hectáreas y está rodeado por enormes bosques donde se puede ver pastando a cerdos y ovejas. El lugar perfecto para desconectar y disfrutar de una escapada de lo más rural.
Otra propuesta es A Serenada, en pleno corazón de la sierra de Grândola, ofrece a sus visitantes un enclave perfecto para disfrutar del Alentejo y de su oferta enoturística. El hotel, con sólo seis habitaciones, incluye una biblioteca, una piscina exterior panorámica y amplias terrazas, y organiza todo tipo de actividades. Desde catas de vinos y visitas a su bodega, hasta workshops en plena naturaleza, picnics o paseos en globo.
Otro punto de partida para visitar Alentejo puede ser también una casa de campo como Água D’Alte, una finca ubicada en plena sierra D’Ossa, a tan sólo 5 minutos de Redondo y a 30 de Évora. Su arquitectura, típica alentejana, y su decoración, se inspira en las diversas flores de su entorno: amapolas, lavanda, romero, magnolias…
Igualmente, Água d’Alte ofrece a sus clientes todo tipo de actividades, como clases de cerámica, talleres de cocina, paseos en globo o rutas pedestres por la sierra. Horta do Moura es un maravilloso hotel rural donde se ofrecen muchas experiencias como montar a caballo o apuntarse, por ejemplo, a su programa enogastronómico que incluye desde clases de cocina hasta visitas a bodegas. 
Y continuando con este viaje y siguiendo las recomendaciones de la guía ‘De la Tierra a la Mesa’, el viajero podrá elegir alguno de los 14 recorridos que componen esta propuesta para Alentejo.
Estas rutas invitan a descubrir la gastronomía y el producto estrella como es el vino en la época perfecta para ello: 
RUTA I: Alentejo Litoral
El vino, los quesos, el aceite de oliva y la miel y el chocolate toman el protagonismo en esta primera ruta, por encima de esta impresionante costa. Comporta, Sines u Odemira son algunos de los pueblos que deleitaran al viajero con la mejor gastronomía de la zona.  
RUTA II: Hacia el Sur, entre Mértola y Alvito 
Estos recorridos atraviesan la parte más meridional de Alentejo como Mértola, Castro Verde, Beja, Vidigueira, Viana do Alentejo y Alvito. El enoturismo en esta ruta cobra una importancia vital y las catas y experiencias son muy variadas ya que incluyen los famosos quesos de Serpa, aguardientes de Madroño e incluso plantaciones de espárragos.  
RUTA III: Por Tierras de Alqueva
Como su nombre indica, el viajero a lo largo de esta ruta conocerá la importancia del lago Alqueva para Alentejo y lo que supuso su aparición en esta zona. El mejor plan es conocer este bello paisaje combinándolo con la gran variedad en enogastronómica de la zona. Monsaraz, Serpa, Portel o Barrancos son tan solo algunas de las localidades que mostrarán en este viaje la tradición y la innovación de la mejor manera.  
RUTA IV: En el Alentejo Central Mora, Estremoz, Redondo…
Nunca dejan de sorprender. Esta ruta destaca por mostrar la innovación y el concepto cada vez más gourmet de algunos productos alentejanos.
Se trata de una ruta larga que cada uno puede adaptar a los días que tenga pero en donde no se puede dejar de descubrir a los productores de vinos, quesos y embutidos así como probar la repostería conventual, los arroces perfumados o las flores comestibles.  
RUTA V: Por el Norte Alentejano
Los vinos de la sierra y la llanura, influenciados por el Guadiana y la cuenca del Tajo, son imprescindibles en esta ruta, eso sí maridados con queso de Nisa y de Tolosa y con embutidos de la zona. La quinta ruta propone que además el viajero conozca los perfumes de lavanda, las pastas de aceituna y las setas de la zona.
Expreso. Redacción. T.R

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