Semana Santa en la Ruta Vía de la Plata

EXPRESO - 22.02.2013

Ruta_Plata_StandSi la Ruta Vía de la Plata destaca por su diversidad en paisajes, cultura, tradiciones y gastronomía es precisamente en la celebración de un evento como la Semana Santa donde esta afirmación queda más patente, que además en la ruta cuenta con varias de estas celebraciones con la categoría de Fiesta de Interés Turístico Internacional: Sevilla, Zamora y León. 

Si en el norte la celebración se caracteriza por la sobriedad e incluso severidad medieval, el sur concentra en sus procesiones el preciosismo barroco andaluz.  De sur a norte debemos empezar este recorrido procesional en Sevilla, que vivirá en estos días una de sus fiestas grandes, inundando la ciudad de sentimientos, recogimiento, música y fervor religioso.
Es la gran pasión de los sevillanos. La máxima expresión del sentir vital, religioso y estético de la ciudad. Una semana en que la ciudad entera se trasfigura, y que ya se celebraba ya en el siglo XVI.   
En Carmona (Fiesta de Interés Turístico Nacional) sus estrechas calles, recoletas plazas, empinados postigos o la monumental e imponente Puerta de Sevilla, convierten sus desfiles procesionales en un conjunto único de sobriedad, devoción y belleza.  
En Extremadura, una buena oportunidad es visitar Plasencia, cuya Semana Santa ha conseguido ser declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.  O Zamora donde la Semana Santa constituye el más relevante acontecimiento religioso, cultural y social de la ciudad. Durante los días centrales de la pasión la ciudad quintuplica su población y se convierte en un hervidero de emoción, austeridad y fervor. 
Diecisiete son las cofradías que desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección procesionan por las calles de Zamora. Momentos obligados son el Juramento del Silencio en el que el alcalde ofrece el silencio a la ciudad  presidida por el Santísimo Cristo de las Injurias ante los ojos de todos los cofrades.
La austeridad de la procesión de las ‘Capas pardas’, el canto del Miserere en la procesión del Yacente y el  desfile procesional de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación, entre otros muchos. 
En La Bañeza es digna de destacar, junto a la belleza de sus pasos, la raíz popular de algunos de los nombres con que han sido bautizadas algunas figuras: el santo ‘potajero’ ante el cual, antiguamente, se daba de comer potaje (garbanzos con arroz y bacalao) a doce pobres de los alrededores de su ermita. Actualmente, toman el potaje los que lo deseen, pero para ello tienen que acudir a las dependencias de la Capilla a buscarlo con su correspondiente cazuela de barro.
La procesión del Santo Potajero, el Miércoles Santo, da paso a la nocturna procesión del Silencio y la del Miserere, a partir de medianoche.  
En León destacan momentos tan emotivos como el impresionante encuentro entre la Dolorosa y San Juan en la mañana del Viernes Santo en la Plaza Mayor.
Un total de dieciséis Cofradías y Hermandades organiza veinticinco procesiones, con 65 pasos pujados en su mayoría por hermanos braceros, cinco Vía crucis procesionales y una Ronda Lírico Pasional que recorre las calles durante la noche alertando a los hermanos de la salida de su procesión.
Expreso. Redacción. T.R

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