Ya es Cuaresma en Sevilla

EXPRESO - 23.02.2012

Sevilla es una ciudad acogedora que vive con intensidad todas las épocas del año, sabiendo qué ofrecer al visitante en cada momento y acompasando su propio ritmo

Sevilla_CuaresmaSevilla es una ciudad acogedora que vive con intensidad todas las épocas del año, sabiendo qué ofrecer al visitante en cada momento y acompasando su propio ritmo.

La Cuaresma se vive en Sevilla como el anuncio de la dulce pasión que está por venir, tiempo preliminar de la Semana Grande -este año, del 1 al 8 de abril- en la que el sevillano calienta motores. Durante cuarenta días desde el Miércoles de Ceniza hasta el Sábado de Pasión, la ciudad va preparándose en todos los sentidos y lo anuncia el olor del azahar, del incienso y la alhucema por las esquinas del centro, los escaparates de los obradores y las pastelerías que exhiben con orgullo sus pestiños y torrijas, un consuelo entre lo divino y humano.
Los nazarenos encargan sus capirotes y airean túnicas y antifaces con la misma ilusión de siempre. Todo debe estar perfecto. En las hermandades se vive la Cuaresma como una cuenta atrás maravillosa para poner a punto las Imágenes, encargar los exornos florales, limpiar la plata y el oro que recubre varales, trabajaderas y palio y, por supuesto, reunirse para ensayos y cultos. 
Las bandas de música ensayan cada vez más horas al día y la ciudad se va inundando de acordes de trompetas, cornetas y tambores..
Durante la Cuaresma, Sevilla se prepara para la Semana Santa,  y lo hace de una manera tan particular y característica, tan interesante  y de un modo tan distinto a otras ciudades, que hace que la capital tenga su propia atmósfera en estos días.
Sevilla cuenta con más de un centenar de iglesias de todos los estilos y épocas. Con una riqueza arquitectónica y un valor artístico fuera de lo común, en estos templos se vive la Cuaresma a través de los llamados ‘besamanos’ y ‘besapiés’  y  de los traslados o viacrucis (cultos externos de las hermandades). De otro lado, los llamados Quinarios y Triduos, son actos más íntimos orientados a la vida interna de las hermandades.
Esta época viene muy marcada en la ciudad por la tradicional  y rica gastronomía de Cuaresma, en el que los protagonistas son el bacalao, los garbanzos o los dulces como pestiños y torrijas.
Es también habitual y curioso ver ensayos de los costaleros, normalmente durante las noches o durante las mañanas del fin de semana. Verás gente paseando con unos conos blancos  enormes que nos son más que la base de los capirotes que luego cubrirán sus rostros durante las procesiones. Todos son preparaciones…
Expreso. Redacción. A.F

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